Nibaldo Acero, Jorge Cáceres, Hugo Herrera (eds.), Vestigio y especulación. Textos anunciados, inacabados y perdidos de la literatura chilena, Chancacazo Publicaciones, Santiago, 2014. Colección Pensamiento. 287 pp.
Vestigio y especulación reúne siete aproximaciones críticas a diversos textos y proyectos cuya realización —en el sentido convencional— ha sido anunciada, abortada, inacabada, censurada, reformulada o fragmentada. En general, el volumen es un proyecto analítico que busca complementar epistemológicamente las nociones que se basan en la comprensión de un texto literario como totalidad y como unidad: libro, autor, obra, tradición, corpus, etcétera; ello desde las coordenadas exegéticas que aparecen al usar el concepto ‘vestigio’ del historiador Gustaaf Renier: un vestigio es una huella inadvertida que se adopta como objeto de estudio protagonista en la revisión histórica. Tal adaptación del lente analítico se ha llevado a la crítica literaria chilena y los resultados de esa empresa son múltiples, provechosos, interesantes.
Los investigadores y las investigadoras revisan casos en que ciertos regímenes de circulación, distribución, coacción, exclusión, transformación y pérdida provocan la desatención crítica o la transformación en versiones de diversos textos de la tradición literaria chilena, aunque no olvidan que la aparición de vestigios es amplia y traen a cuento ejemplos paradigmáticos de la literatura universal como el segundo libro de la Poética de Aristóteles, el Margites de Homero, el Libro de Stéphane Mallarmé, el guión de Cagliostro de Vicente Huidobro, algunos escritos con los cuales viajaba de Walter Benjamin al momento de su muerte, las ediciones incompletas de Poema de Chile de Gabriela Mistral, la segunda novela de Juan Rulfo, entre muchos más.
En síntesis, se busca estudiar la pérdida y la obliteración textual: escrituras olvidadas, extraviadas, transmutadas en exceso, abandonadas por sus propios autores, desatendidos por las imprentas, las editoriales, los lectores. Esa historia de proyecto, de latencia y de virtualidad de cada caso justifica los análisis de sus condiciones de (no) (re)creación y de lectura.
El primer apartado del volumen, “De textos perdidos y (casi) encontrados”, presenta dos estudios que revisan con detenimiento las relaciones vestigiales entre autor, contexto y obra. Lo político cobra la importancia de leitmotiv en ambos acercamientos críticos. En este segmento, como ocurre siempre en los nexos entre literatura y política, hablar de la pérdida y de la transformación del valor de uso de un texto, supone hablar del control institucional, del arte signado por el contexto, de los seres humanos que tratan de expresarse cuando las condiciones sociales no son favorables (¿cuándo lo han sido en nuestras latitudes?).
En consecuencia con la pérdida y la búsqueda que anuncia el título de la sección, “De la pérdida a la perdición: el devenir de las «Instrucciones» de Antonio Alejandro Berney (1780-1782)”, de Jorge Cáceres, revisa detenidamente la dinámica de búsqueda y acusación de las “Instrucciones” de una sublevación en el río Mapocho, una suerte de disposiciones y directrices que habrían de seguir los disidentes del grupo de Berney para un levantamiento social… sin embargo, la insurrección no ocurrió y la historia de ese motín, de no ser por el estudio de Cáceres, se habría perdido. Las claves que componen las “Instrucciones” estaban destinadas a algunos conspiradores para exhortar a la población de unirse al movimiento, sin embargo, las autoridades descubren el plan y, gracias a que recuperan el texto de Antonio Berney, emprenden un proceso judicial en su contra que terminaría en una orden de aprehensión del autor firmada el 10 de enero de 1781.
La perspectiva analítica y una muy rigurosa investigación de la correspondencia entre todos los actores del caso funcionan para estudiar cómo un texto puede distanciarse empíricamente de su autor y sus destinatarios iniciales para cambiar su intención: las “Instrucciones” se pierden para la sublevación y se ganan para la acusación, explica Cáceres. Sin duda, un ejemplo no sólo teórico, sino metodológico para el estudio del corpus vestigial.
Enrique Cisternas Rossel, en “Fuegos fugaces y mundanos: Recorrido y fracaso de Fuegos artificiales de Germán Marín”, estudia un recurrente fenómeno en nuestra tradición latinoamericana: la censura gubernamental de un libro. Aparecen 5,000 ejemplares de la novela de Marín en 1973, pero luego del golpe de Estado septiembre se retiran de circulación. Esto da lugar al estudio del secuestro del libro que, para Cisternas, es un síntoma del circuito de circulación en el contexto.
La noción ‘vestigio’ en ese trabajo es una herramienta analítica que busca entre los “escombros de un contexto determinado”, según expresa el investigador. Éste se pregunta por el gesto: qué quiere decir el silencio en la relación texto/contexto político. Y más aún: qué quiere decir que el propio autor decida no reeditar su obra prima arguyendo que las condiciones políticas determinan su libro. ¿Qué querrá decir esta decisión autorial, esta autocensura?