Noé Jitrik. Limbo. Buenos Aires: Final Abierto, 2017.
Diría que estoy en el limbo,
desalojada del infierno de la memoria,
sin alcanzar a ver el paraíso
Limbo, Noé Jitrik
Existen ciertas coincidencias que con el tiempo se convierten en los cimientos de nuevos proyectos. El azar acumulativo forma una especie de mensaje palpitante que sólo puede ser entendido cuando se han acomodado cada una de las piezas en su lugar. Y para eso se necesita tiempo, el recurso más preciado que tenemos. Este es el sentimiento que me despierta la reedición de la novela Limbo, de Noé Jitrik, realizada por la editorial argentina Final Abierto en 2017. Comienzo hablando de las casualidades porque son una de las vías principales para descubrir los libros que dejan huella en nuestras vidas, nosotros no los elegimos, muchas veces ellos son los que nos eligen y se incorporan a nuestra esencia, aunque en nuestro afán egocéntrico nos negamos a creerlo.
En el caso de Limbo, fue una caminata por el barrio de San Telmo, en Buenos Aires, la que me llevó a los aparadores de la librería Caburé en la calle México #620, apenas a una escasa cuadra de la antigua Biblioteca Nacional argentina que dirigiera Jorge Luis Borges e inmortalizara en varios de sus cuentos. Al interior del local realizaban un acto discreto, más parecido a una reunión entre amigos que a una ceremonia formal. Era el mes de junio de 2017 y el húmedo invierno porteño comenzaba a hacer mella en la ciudad, por lo que decidí resguardarme dentro de la librería. Se trataba de la presentación de una novela que Noé Jitrik había publicado originalmente en México (editorial Era, 1989) hacía casi treinta años atrás, durante su exilio, y estaba siendo rescatada del olvido por una discreta, pero valiente, editorial independiente que en su nombre lleva su apuesta ideológica, repito, Final Abierto.