Entonces, habría que volver a la evocación pictórica de Vega Serova: una naturaleza muerta con hierba. Aquí me parece que el elemento de la hierba hace alusión no sólo a la hierba en general: en específico hace referencia a la marihuana. En el texto, además, se menciona puntualmente: “venía el flautista freudiano con el Elefante de Jarkov, fumábamos hierba, una que otra gente más.” (Vega Serova, p. 8). La narración errática y por momentos ilógica de la protagonista genera una impresión cortada y fragmentaria de los acontecimientos. Sin embargo, sí hay una historia más o menos lineal que podría ser la de alguien sometido a los efectos de la cannabis. De esta forma, vemos que el texto intenta ser una representación fiel de la realidad alterada por el uso de la droga, por eso la narración es confusa, repetitiva y temporalmente ilógica.
Detengámonos, primero, en el título y su oscilación entre lo temático y lo remático. Primero, el título de carácter temático, de acuerdo con Gérard Genette, es el que define una temática importante o general de la obra, es lo que nos indica de qué se trata el texto: “Calificaré no obstante todos estos títulos de temáticos, por una sinécdoque generalizante que será, si queremos, un homenaje a la importancia del tema en el contenido de una obra” (p. 73). Aunque el título no englobe absolutamente todos los temas tratados en el texto que alude, en realidad sí toca algún punto específico que hablará sobre el contenido global del objeto nombrado.
Sin embargo, para el caso de “Naturaleza muerta con hierba”, el título además es remático, porque no sólo alude al contenido, sino que dice cómo es. Esto porque en realidad, dentro del cuento jamás se toca el tema de las naturalezas muertas de una manera explícita. En todo caso, el cuento mismo es una naturaleza muerta. Es decir, el título no sólo anticipa una interpretación sobre lo que se abordará en el desarrollo verbal, de hecho lo explica al presentarlo. Para Genette, los títulos remáticos son “objetuales […] se refieren al texto mismo o designan el texto en tanto objeto, como [por ejemplo] Poemas saturnales” (p. 69). Son títulos del tipo: Ensayos, Epigramas, Himnos, Elegías… Ese tipo de títulos que en realidad explican qué es el texto. A partir de esto es que considero el título del primer cuento remático. Aunque no descarto que hay cierta tematicidad en el mismo. En todo caso, la mención de la naturaleza muerta es problemática, puesto que no alude a un género propio de la escritura, sino a uno propio de la plástica. Desde aquí notamos que hay un entrecruzamiento entre verbalización y representación pictórica.
Además, el género de la naturaleza muerta, como lo apunta Artigas, es un entrecruzamiento de zonas culturales (p. 186) que dan como resultado imágenes sobre realidades concretas, que retratan “interiores domésticos [relacionados con] los actos primordiales de comer y beber, con los artefactos que rodean al sujeto en su espacio doméstico, con el mundo cotidiano de la rutina y la repetición” (Artigas, p. 186). Esto se relaciona con lo que está detrás de este mundo cotidiano representado, es decir, lo que ocurre alrededor de la mesa, a su vez tiene que ver con los roles sociales, la sexualidad, la ideología, la economía, etcétera. Y por último, se relaciona con la “práctica material de la naturaleza muerta”, sus propios métodos, especificidades y simbologías (p. 187).
“Naturaleza muerta con hierba” relata la historia de una persona encerrada en un manicomio tras un intento fallido de suicidio. La narración está escrita en primera persona, coincide con la propia de voz de la protagonista, quien nunca se desplaza en el espacio, sino a través del tiempo, esto es, recuerda su propia historia y la cuenta. El relato de los hechos, aunque marcan un auténtico pasado y presente de la diégesis, en realidad otorga una visión caótica sobre el desenvolvimiento de los acontecimientos, porque la relación de los hechos está poblada de analepsis y prolepsis, el tiempo de la narración se confunde entre lo que sucedió, lo que recuerda y lo que ella corrige.
En realidad, más que un relato es una descripción. Una descripción que intenta ser lo más realista posible, pues quien narra la historia es unaenferma mental. Por lo tanto, la narración es errática, se va por vericuetos a veces ilógicos y comienza donde termina. La misma frase que inicia la descripción en el primer párrafo es la que cierra la historia: “Andan por ahí animales peludos, aletean pájaros con ojos plateados, algo aúlla y suenan las campanas”. (pp. 7 y 11).
La historia, más que reunir acontecimientos, describe la personalidad de la narradora (que aquí coincide con la del personaje ficticio). La vida descrita por la protagonista termina por absorber el desarrollo verbal de la historia. Incluso funciona más como un espejo ante el que la voz narrativa se encuentra a sí misma, se observa y se explica cómo es que terminó en un manicomio en Odessa.
El segundo cuento: “Collage con fotos y danzas” refiere la historia de una muchacha obesa y joven que se reúne con sus amigos a fumar marihuana y organizar orgías. El relato está escrito en primera persona y es narrado por la protagonista. Al mismo tiempo hay una historia de fondo, que la protagonista lee en una revista extranjera: tras mantener una relación amorosa y sexual con un fotógrafo muy mayor para ella, una bailarina neoyorquina se suicida arrojándose del balcón de un teatro. El tiempo narrado se confunde al mezclar estos dos niveles de la narración. Además, el tempo se fragmenta, hay un ritmo lento que ocurre en el primer nivel narrativo, y hay otro segundo tempo, mucho más vertiginoso, cuando la narradora refiere la historia que leyó en la revista, lo que genera en su conjunto la impresión de lentitud general de la historia. Los dos niveles narrativos funcionan como espejo, donde la protagonista encuentra el tema de la soledad. Rina era la compañera de la muchacha obesa que los recibía en su casa, donde el grupo de amigos fumaba y tenía sexo; sin embargo, las relaciones sólo desencadenaban rencillas entre ellos y todo terminó en el aparente suicido de Rina, que al igual que la bailarina de la revista se arroja por un balcón, sólo que: