Antes de iniciar, 1 quisiera explicitar una preocupación que subyace al planteamiento del título de este texto. Se trata de la pregunta por la posibilidad de nuevas teorías literarias o, incluso, por la vigencia de un cierto pensamiento teórico sobre la literatura. Con frecuencia, entre colegas y estudiantes de literatura hispanoamericana, comparada o de diversas áreas lingüísticas y culturales, circula una variedad de términos y de supuestos acerca de la teoría literaria del siglo XX. Desde el Formalismo ruso hasta la teoría de la recepción, pasando por el estructuralismo, la narratología y la hermenéutica, algunos conceptos se usan para mostrar distintos aspectos de los textos literarios. Estos pueden variar según los intereses y las orientaciones críticas de los investigadores, e incluso combinarse de maneras inéditas a veces muy productivas y, en ocasiones, con resultados menos significativos.
Aparte de los conceptos de ese pensamiento teórico que heredamos del siglo XX —y cuando digo “nosotros” estoy pensando en los estudiosos de la literatura en varias áreas geográficas y lingüísticas—, emergen con frecuencia otros discursos que impactan las posturas críticas desde campos de estudio que han transformado —en las últimas cuatro décadas— prácticas y enfoques de las ciencias sociales y de las humanidades. Entre ellas podemos mencionar a los estudios culturales, de género, poscoloniales y decoloniales, solo por mencionar algunos. Ante esta multiplicidad de intereses, enfoques y prácticas, quisiera plantear si la vigencia de un pensamiento teórico sobre los textos literarios es pertinente y, además, si su vigencia es deseable en el contexto actual de nuestro campo. De ahí que la pregunta del título por nuevas teorías literarias tenga dos dimensiones: la primera cuestiona la existencia de un pensamiento teórico nuevo y, la segunda, indaga por su pertinencia. La primera sería reemplazable por “¿Existen nuevas teorías literarias?”, mientras que la segunda podría formularse como “¿Es necesario contar con nuevas teorías literarias?” Con estas dos dimensiones de la pregunta en mente, quisiera realizar esta aproximación a la narratología posclásica y a su cercanía con los estudios cognitivos, con todo lo que esta puede implicar para nuestro campo de estudio.
Como es fácil deducir de esta aclaración previa, nos interesa pensar la vitalidad de la teoría en el pensamiento contemporáneo sobre la literatura y, dentro de este, analizar un paradigma particularmente fuerte hoy en día: el de los estudios cognitivos. En el caso del estudio literario, este paradigma es especialmente marcado en lo que se conoce como narratología posclásica. Así, el propósito de esta reflexión es examinar, de manera crítica, la idea de narratividad que se plantea desde esa narratología, así como sus límites y posibilidades. Nuestro interés consiste entonces en rastrear lo siguiente: ¿en qué puntos el paradigma cognitivo y la narratología posclásica ofrecen elementos para un pensamiento teórico contemporáneo sobre los textos literarios?
Para desarrollar esta pregunta vamos a pasar por tres momentos. En el primero aclararemos los tres términos que nos interesan, es decir, qué entendemos por pensamiento teórico, por paradigma cognitivo y por narratología posclásica. En un segundo momento, nos centraremos en algunos puntos del planteamiento de la narratividad según Monika Fludernik, una de las autoras centrales de la narratología posclásica. Por último, el tercer momento busca plantear algunas posibilidades y también limitaciones de ese concepto de narratividad, con el ánimo de vincularlo a un pensamiento teórico contemporáneo sobre los textos literarios y una característica que parece dominante en los géneros más leídos hoy: su naturaleza narrativa.