Un aspecto fundamental de su novela es la presencia de referencias culturales. Pienso que es una obra que se inserta dentro de la tradición arguediana. Es notorio su profundo conocimiento de la cultura y cosmovisión quechua-andina. Además, hay un cuidado de la oralidad y de las expresiones indígenas. Incluso me atrevo a decir que es un ejemplo de literatura escrita alternativa, en términos de Martin Lienhard. ¿Estaría de acuerdo?
Estoy totalmente de acuerdo con esa apreciación suya. Yo soy ayacuchano y conozco muy bien cómo es la cultura quechua. Tengo el alma desgarrada por todo lo que sufrieron y aún sufren mis hermanos campesinos. Lo que ocurrió fue un verdadero genocidio, a todas luces. Me interesó incluir ambos aspectos en mi novela, narrar esa violencia sin dejar fuera los aspectos culturales que enriquecen esta región y que ayudan a explicar cómo pudo sobrellevarse.
Me parece que la música es un elemento clave de La noche y sus aullidos, no está sólo como telón de fondo, sino que forma parte esencial de la narración, complementa y escolta los momentos más emotivos. ¿Cuál es la importancia que tiene para usted la música? ¿Cuál sería la relación entre estas dos expresiones artísticas en su literatura?
Uno de los aspectos culturales a los que me refería en la pregunta anterior es justamente la música, que es una parte fundamental de la vida en las comunidades andinas. Además de escritor, me reconozco también como músico tradicional y amante de las expresiones culturales de mi pueblo. Creo que la literatura y la música están íntimamente ligadas. A raíz del conflicto armado, surgieron muchas expresiones musicales explicando o lamentando poéticamente el abuso y los crímenes de los militares.
Su novela es polifónica y eso la hace sumamente interesante porque no hay un solo eje o narrador hegemónico. Hablan senderistas, campesinos y militares, aunque el peso de la narración recae en Clemente. ¿A qué se debe la elección de este recurso?
Me fue muy difícil escribir la novela. Quería que se escucharan todas las voces. Deseaba abarcar todo lo que había ocurrido en esta zona y creo que lo logré en una gran parte. Insisto en que intenté escribir mi obra desde adentro, desde el corazón mismo de la guerra. Por eso hago hablar a mis personajes con sus propias palabras, sin distorsionarlas. Demoré cerca de tres o cuatro años en escribir mi novela. Hice múltiples modelos literarios, rompí y deseché muchos escritos. En realidad fue muy agotador. Pero estoy muy satisfecho con lo que hice. Y con los escritos que me sobró o deseché estoy armando otras novelas que guardan íntima relación con la primera.
A pesar de que su obra es amplia y ha sido galardonada, es poco estudiada. Sólo se han escrito algunas reseñas en publicaciones de divulgación pero no hay trabajos académicos formales. ¿A qué se debe este fenómeno?
Yo mismo no me explico por qué mi novela, a pesar de haber sido galardonada con un premio internacional, no ha aparecido como noticia en los diarios oficiales de mi país. Solo se difundió la noticia en un diario, en forma sesgada, y en un espacio pequeño. Si el galardonado hubiese sido un escritor de la burguesía, tal vez otro habría sido el tratamiento. Eso ocurre siempre con los escritores que somos de provincia. Por otro lado, mi novela demoró en ser publicada cerca de dos años; en cambio, las novelas de anteriores galardonados salieron a luz a los pocos meses. Amigos que han leído la novela sostienen que, tal vez, fue por el tema de mi obra, un tema tan fuerte y descarnado que reflejaba una realidad tan contundente y brutal, de abuso y asesinato, contraria a la que el oficialismo difundía, distorsionaba y amañaba a su favor. Pero, felizmente, hay estudiantes universitarios que están realizando sus trabajos de tesis con mi novela y los estoy apoyando.
La falta de estudios críticos también debe responder al problema de la circulación de las obras. La andina es una literatura local, circula en una zona pequeña. ¿Considera que esto también influye?
Desde luego, los escritores andinos también nos enfrentamos a ese problema. En general, publicamos en pequeñas casas editoriales porque a las trasnacionales no les interesan nuestras obras. A todo escritor le conviene que su obra se difunda y rompa las fronteras en su difusión. ¿A quién no? A mí me gustaría que mi obra sea traducida y leída en todas partes del mundo. Pero parece que tengo muy poca suerte o hay quienes a los que no les conviene que se sepa la verdad de lo que realmente ocurrió en el conflicto armado. Tal vez una buena salida sea la auto publicación o recurrir a los libros electrónicos para que tengamos más lectores. Aunque también en eso estamos en desventaja, no tenemos las herramientas tecnológicas pero estamos en ese camino.
Por último ¿cuál es su próximo proyecto en puerta?
Tengo muchos proyectos literarios iniciados y en la mente. Casi todos ambientados en la sierra y en la costa del Perú. Me estoy enfocando en un libro de cuentos con el tema de la violencia política que desangró a mi país.