Imprimir Entrada

Intertextualidad, metaficción y otros recursos en Happy Ever After

Insert your content here

Intertextualidad, metaficción y otros recursos en Happy Ever After

Vilar Madruga, Elaine. Happy ever after. USA-España: Hypermedia, 2017, 106 pp.

 

Una muñeca de pastel de bodas, una bibliotecaria suicida, vampiros performakers, un fetichista obsesionado, un adolescente con complejo de Edipo y algunos otros personajes hilarantes y siniestros se reúnen en los cuentos de Elaine Vilar Madruga para, entre todos, desmitificar el final de cuentos clásicos que conocemos desde la infancia: Happy ever after.

Elaine Vilar Madruga (1989) es una narradora, dramaturga y poeta cubana que ha acaparado la atención de editores e investigadores por su gran versatilidad y los recursos con los que logra dialogar con la realidad contemporánea de su país y el mundo; además de incursionar en distintos géneros como la ciencia ficción, lo fantástico, la literatura infantil y juvenil. Es parte de la Generación Cero, nombrada así por Orlando Luis Pardo en 2006, por tratarse de una generación que transitó la adolescencia durante el periodo especial. Otra característica que puede agregarse en esta generación es la migración. En 2023 su libro El cielo de la Selva, actualmente editado por Elefanta editorial, fue parte de la lista de los mejores libros según Babelia.

Los elementos que tejen la narrativa de Happy ever after se pueden condesar en contantes oposiciones, una de ellas es el movimiento y la estática. Los veintiún relatos del libro logran un andamiaje en el que, a través de sus personajes, la sátira y el humor negro, se plasma una visión caótica del mundo en la que, al mismo tiempo, todo transcurre sin alteración alguna. Los personajes pueden encontrarse atrapados en un solo escenario, en un mismo sitio, pero el movimiento los circunda y transforma, en algunos casos, sus características que, podrían pensarse, les son identitarias.

En los relatos “Troya queda lejos”, “Abre los ojos”, “La diferencia entre un pez de agua salada y un pez de agua dulce”, “Lady Macbeth se cuestiona, en un discurso de narrador omnisciente, sus habilidades como mujer fatal y su asco ante las cosas sucias de los libros”, y “Él tomó la foto”, la intertextualidad se toma como pretexto para reescribir a los clásicos y consagrados.  Este es, sin duda, uno de los recursos más potentes. En cada uno de estos textos la reinterpretación de los personajes y sus motivaciones da un giro de 180 grados. La visión romántica de Penélope de La Odisea de Homero, que espera siempre fiel a su amado, se proyecta ahora, bajo la luz de la vida contemporánea como la obsesión que corrompe la cordura. “La diferencia entre un pez…” también permite desmitificar a la Lolita de Nabokov para situarla en el escenario crudo del abuso, el sometimiento y el control. Esta reinterpretación logra desromantizar visiones desiguales y utilitarias del cuerpo femenino; idea que se refuerza nuevamente con el personaje de Lady Macbeth, quien lograr eludir la culpa que es casi inherente a ella en la versión de Shakespeare.

El tema del cuerpo está presente en la obra de Vilar Madruga, aunque en distintas dimensiones. La cuestión erótica también se refleja en algunos de sus relatos, como son “No lo sabes todavía”, “Manada”, y “Body Art”. Nuevamente, la autora propone distintas experiencias del cuerpo y el erotismo en las que se reúnen múltiples pulsiones. La reunión de estas expresiones permite una lectura no moralizante de la sexualidad humana donde recursos como el humor y lo tétrico se encuentran. En “Body Art”, la experiencia sexual comienza con el voyerismo acompañado de un profundo complejo de Edipo hasta llegar al clímax de la automutilación. Es un tránsito que remite al filme La pianiste, (2001) dirigida por Michael Haneke, basada en la novela homónima –Die Klavierspielerin, (1983)- de la escritora austriaca Elfriede Jelinek.

Existen otros recursos narrativos que destacan en esta antología, como la repetición del yo o el doble borgiano que, al mismo tiempo, se mezcla con la espiral del Aleph. Esto se puede apreciar claramente en el relato “Demiurgia” en el que se replica el autor a sí mismo a través de la escritura. Este recurso metaficcional se vuelve a encontrar en “Kill Tarantino”, “Henriette, Lizaida: Dramatis Personae. En: Femenino: el arte de narrar. Editorial Colombofilia. España, 2014. Págs.100-113”, “Teatro callejero” y “Revelado”. En “Henriette”, Dramatis Personae se trata de un peculiar club literario de suicidas que buscan una muerte poética. La protagonista descubre que su club es parte de un relato de ficción de una autora poco conocida y olvidada en un estante de la biblioteca. Al abrir las páginas de aquel libro, la bibliotecaria toma conciencia de que la autora es la misma mujer que suplica por la muerte en su club, y el cuento nuevamente toma vida en los pasillos silenciosos de la biblioteca.

El cuento final de esta antología se titula “Van Helsing’s Project” y se trata de una entrada en el catálogo del MoMA después del año 2050. Este relato expone los vínculos entre el arte y la historia contemporánea. En este texto un grupo de jóvenes artistas, estudiantes del Instituto Superior de Arte en Cuba, cambian el rumbo del arte en el mundo. Se trata de un grupo de artistas, 4 infectados y dos humanos que, en el contexto de una huelga de hambre para denunciar las malas condiciones para crear arte de vanguardia, crean “Blood and hungry”, una acción para romper las barreras entre humanos e infectados. La propuesta de estos artistas se esparce por el mundo y reconfigura las dinámicas sociales del mundo entero. Este cuento fantástico, futurista y polifónico se puede leer como una alegoría del arte cubano en el mundo actual. Los artistas, que se encuentran sofocados o apartados de los círculos culturales oficiales, buscan un espacio en distintas latitudes para expresar sus posturas, sus reclamos, sus propuestas artísticas. Esto les merece el repudio de los grupos hegemónicos de poder en la isla, pero reconfiguran el mapa de lo cubano más allá de las fronteras de la isla.

Además de los textos expuestos, la autora combina de manera ideal el relato breve con la microficción y dota a la antología de un ritmo propio conjugando la prosa breve con acciones apresuradas y el microrrelato contundente en el que se narra, a manera de nocaut, un solo hecho. Elaine Vilar Madruga ha sabido crear ambientes y personajes que relatan problemáticas actuales de manera crítica a través del humor, la alegoría y lo macabro.

Colaboradora invitada

Aída Chacón Castellanos

Licenciada en Lengua y Literaturas Hispánicas (UNAM), Maestra y Doctora en Estudios Latinoamericanos (UNAM). Actualmente es Investigadora Posdoctoral CONAHCyT en el Centro de Poética del Instituto de Investigaciones Filológicas. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores, nivel candidata.

Compartir en redes